ELISA CARDAMA

 




Hace tiempo, buscando material sobre la cancionista de tangos uruguaya Marisa Cortés , encontré en un grupo de Facebook llamado Tango Club de Minas,  una foto de la Orquesta de Ricardo Arellano con un comentario del bandoneonista Enrique Cubas Baz, en la que nombra a una gran cancionista de tangos minuana llamada Elisa Cardama. Su nombre y apellido ocultaba un enigma y eso me intrigó . Me pareció el nombre ideal   para un personaje de un cuento escrito por Borges, Córtazar o Quiroga. 

Enrique me contó que Elisa Cardama utilizó su nombre real como nombre artístico para lanzarse al mundo de la música. La describe como "una excelente vocalista y buena amiga" y me dijo que Elisa se retiró de la actuación, siendo muy joven, en el año 1963. 

Le pregunto sí Elisa grabó algún disco y me dice que no existen grabaciones de ella. 

Me aclaró que Elisa no solo cantaba  tangos porque en la Orquesta Típica de Ricardo Arellano se interpretaban otros géneros musicales como candombes, valses, milongas, pasodobles y marchas brasileñas. 

Que en los bailes en los que participaban existían dos momentos definidos, un espacio donde la orquesta tocaba y la gente bailaba y otro donde las personas escuchaban a la cancionista o al cantor de la orquesta.

En ese grupo de Facebook, Enrique describe una foto de la Orquesta de Ricardo Arellano en la que nos permite saber como estaba conformada en ese momento: Coco Márquez y Perico, en los tamboriles, Elisa Cardama y Agustín Lucero como vocalistas, María Inés Cerrón era la pianista , Rodríguez Cal como contrabajista, Beto Medina y Ficho Anchordoqui, eran los violinistas, Pedro Rocha y el gran Ricardo Arellano en los bandoneones. Esta formación se fue modificando a través del tiempo Julio Rivero “El Polaco” reemplazó a Agustín Lucero, Hugo Acuña a María Inés Cerrón y como bandoneonistas se incorporaron a José “Pepe” del Puerto y Enrique Cubas Baz.


Para realizar esta semblanza sobre Elisa Cardama movilicé a muchas personas y músicos de la ciudad de Minas (Lavalleja, Uruguay), a amigos de Montevideo (Uruguay) y de Tandil (Buenos Aires, Argentina). Este texto es producto de la memoria colectiva de distintas personas que conocieron y vieron actuar a Elisa en Minas.

En su búsqueda, lo primero que hice, fue ponerme en contacto con Martín Borteiro en Montevideo para ver si tenía alguna información sobre la Orquesta y me derivo con Néstor Dipaola que vive en Tandil que había escrito sobre la Orquesta de Ricardo Arellano en su libro El tango lejos del puerto : Historias de la música popular rioplatense en pueblos y ciudades, Néstor me envió información sobre la Orquesta y un artículo de un periódico de Minas, Semanario Arequita, ahí me puse en contacto con Alvaro Rodríguez Díaz que fue muy amable y rápidamente me envió fotos y dos artículos publicados en el periódico, uno sobre Elisa Cardama y otro sobre La Orquesta de Ricardo Arellano permitiéndome conocer en profundidad la vida de Elisa. 

El artículo sobre Elisa Cardama en el Semanario Arequita se publicó el 6 de Agosto de 2004 bajo el título: Elisa Cardama: la voz femenina del tangoCuenta sus vivencias como vocalista de la afamada Orquesta de Ricardo Arellano durante seis años.”



Elisa nació en Minas en el Barrio Plaza Rivera, en la esquina de Ituzaingó y Pérez del Puerto. Sus papás se llamaban Carlos Cardama y Hormandina Hernández. Elisa cuenta que venia de un hogar humilde, que trabajó siendo adolescente en distintos comercios de Minas.

En distintas fotos, se puede apreciar a la cancionista de tangos Elisa Cardama, una bella joven, de cabello negro, ojos rasgados, de piel blanca, delgada, que se destaca en la Orquesta de Ricardo Arellano, más allá de su voz, por su llamativo vestuario clásico y formal. 

Para “Elisita” (su apodo en la orquesta y como la llamó cariñosamente la gente de Minas) el tango fue su gran pasión desde chica. Las personas que la conocen de esa época, hablan de su calidad interpretativa, su sensibilidad, su profesionalismo para cantar los tangos y su condición natural para interactuar con el público. Elisa remarca en la nota que su interés por la música se debe a una herencia familiar, ya que su padre, había sido payador y cantor.

Daniel de León, un vecino de Minas, me confirma que el papá de Elisa era músico, tocaba la guitarra, muy conocido en Minas como payador y cantor.

Distintas fuentes bibliográficas uruguayas registran que Carlos Cardama era considerado un “artista” en su época, en los pagos de Lavalleja. 

Hoy, es difícil, dar una idea de lo que significo "Carlos" o "Carlitos" Cardama como artista y el valor que le dio la comunidad a sus interpretaciones. 

Su esencia quedó plasmada en la literatura uruguaya, en el libro de poesías Trasfoguero de Miguel Ángel García, en unos de sus romances titulado La muerte del guitarrero, en el que hace una descripción completa de la tarea que realizó Cardama como cantor y payador en sus pagos o en la poesia Plaza Rivera, del poeta Santos Inzaurralde, en la que documenta el día que Cardama dejó este mundo.

En la entrevista publicada en el Semanario Arequita, Elisa decía sobre su papá: “Se defendía en la vida con la guitarra en la mano, frecuentando ferias, lugares de reuniones, para sacar algo para poder sobrevivir y podernos criar y educar. Era su profesión en realidad y fue un gran cantor. Trabajaba con Mastrángelo, quién era ventrílocuo y salía con sus muñecos sobre todo durante el carnaval. Ellos fueron muy compañeros y salían a dar serenatas que en aquella época eran muy frecuentes. La última serenata se la dio a mi mamá en el ventanal de nuestra casa de Ituzaingó y Pérez del Puerto”.

Elisa fue cancionista en la Orquesta de Ricardo Arellano durante 6 años. Empezó a cantar cuando tenía 15 años con el apoyo de su familia. Un día, la escuchó el maestro Ricardo Arellano y le ofreció cantar en su orquesta, al principio no aceptó, aunque Ricardo la convenció y “Elisita” se puso a ensayar y a vocalizar con la Orquesta, una experiencia que disfrutó. Ensayaban en el Club Uruguay, en Treinta y Tres casi Rodó. Elisa le dice al periodista de Semanario Arequita: “Mi familia sabía que a mi me gustaba mucho la música y concretamente el tango. Estaba prendida a la radio y cantaba al compás de la música que se irradió en aquel entonces”. 

Elisa remarca de Ricardo Arellano su bondad y su humanidad y así se lo manifestaba al periodista del Semanario Arequita: “A Ricardo Arellano lo definió como una persona caritativa, humanitaria, “porque siempre que le pidieron una colaboración para hacer algún beneficio, fuera donde fuera , él siempre estaba dispuesto. No miraba a las personas por lo que tenían y estaba para ayudar a todo el mundo y en todo momento. Además, era un excelente músico que había comenzado a estudiar a los 14 años con el Maestro Antonio Irrazábal Quintans”.

Fue una Orquesta muy prestigiosa en Minas que era convocada para distintos acontecimientos y festejos. El diario Semanario Arequita, en un artículo publicado el 11 de Febrero de 2011, decía sobre la Orquesta:

La Orquesta Típica Ricardo Arellano llegó a estar integrada por 16 músicos e incluso, en épocas de bonanza, de apogeo, se dio el lujo de dividirla: un grupo se quedó en Minas y él se llevó dos bandoneones a otros bailes. En ella estaban, entre otros, “Pocho” Mérola, “Pepe” Larrosa, “Ficho” Anchordoqui, “Beto” Medina, María Inés Cerrón, José Mateo, Silvio Ortega -quien fue guitarrista de Zitarrosa-, Carlos Tellechea, Aladino Gómez, Enrique Cubas, Carlos Acuña, “Zurdo” Villar, Orlando Martínez y Ricardo Martínez. También incursionó en Paraguay y Argentina.”

Elisa cuenta que había muchas fiestas populares en las que se presentaban con la Orquesta de Ricardo Arellano y que eran  “Número puesto”. Concurría mucha gente y se realizaban en distintos locales como en el Centro Democrático, en el Centro de Cafeteros, en el Club Minas, en el Club Uruguay y en Teatro Lavalleja. Comenta que viajaban en ómnibus y llegaban a lugares que eran intransitables llevando la música y la alegría, a distintas localidades cercanas a Lavalleja. 

Había fechas que eran claves como los Bailes de la Primavera, el 25 de Agosto, el Día de la Declaración de la Independencia del Uruguay y las fiestas de Fin de año donde la Orquesta típica de Arellano se presentaba para desarrollar su labor.

Los cantores de la orquesta eran Agustín Lucero, un cantor argentino que estuvo poco tiempo en la orquesta y Julio Rivero “El Polaco”, con quién Elisa cantó durante mucho tiempo.

Consulté al hijo de Ricardo, Jorge Arellano, que también es músico sobre Elisa Cardama y me dice: “En la Orquesta de papá Elisa cantaba temas diversos. ¡Una fenomena! a quien tuve la suerte de conocer. Jorge me dice: Trabajé en su orquesta, siendo muy joven, yo tenía 16 años y me ocupaba de la percusión”. Me cuenta que con la Orquesta recorrían todo Lavalleja

Cuando le pregunto sobre la voz de Cardama, me dice: “Su voz era particular, muy linda voz... un vozarrón”. 

Le pregunto si recuerda algún tango que cantaba Elisa y me dice: “Remembranzas”. 

Jorge me confirma que a Elisa Cardama la apodaban “Pocha”. 

Cuando lo consulto sobre el Bar New York me dice que hace años que ya no existe. Le pregunte si Elisa había grabado algún disco con la Orquesta de Ricardo Arellano y me dice que Elisa y Ricardo nunca grabaron discos, aunque sí, Ricardo grabó en 1978 un disco con Santiago Chalar. 

Sobre el Bar Pirapó me confirma que estaba en la esquina de  Roosevelt  e Ituzaingó, que también cerró y que actualmente en ese local, se encuentra una óptica

Elisa le cuenta al periodista de Semanario Arequita que el primer tango que interpretó fue “Arrabalero”, un tango conocido, que también cantaron la cancionista uruguaya Nina Miranda y la cancionista argentina Diana Durán.

En la entrevista Elisa recuerda su participación de un programa en Radio Lavalleja, auspiciada por la firma Mario M. Dorrego. Elisa le dice al periodista: “Era un certamen del saber y siempre como número artístico estaba la orquesta de Ricardo Arellano. Fue una época muy linda y muy recordada por cierto”.

Cantó en distintos bares de Minas. En el Bar New York, un lugar al que concurría con su familia y que era centro de reunión de músicos. Allí estaban Santiago Chalar, que fue médico traumatólogo, músico, poeta, compositor, guitarrista, cantante y gran difusor de la música folklórica uruguaya y Santos Inzaurralde, escritor y poeta minuano que trabajaron juntos en la música al que se sumaba Ricardo Arrellano siempre dispuesto a tocar su bandoneón

Otro lugar conocido en el que actuaba Elisa y la Orquesta era el Bar Pirapó que estaba ubicado en la calle Roosevelt 852.

Es una pena que Elisa Cardama solo haya tenido proyección a nivel local y no haya dejado ningún registro fonográfico para poder apreciar como interpretaba los tangos, sin embargo, nos queda el testimonio de distintas personas de Minas que afirman que Elisa era una excelente cancionista, muy valorada y reconocida por su pueblo. 

Elisa, tal vez, era muy joven  para poder dimensionar su éxito y no era consciente de lo que generaba en la gente con su canto y sus tangos.

Elisa Cardama cuenta que cuando cumplió 16 años ingresó a trabajar en el “Parque de Vacaciones”, una institución en la que desarrolló su tarea ininterrupidamente durante 40 años hasta que se jubiló en 1996.



Hay dos palabras que Elisa valora y remarca en la entrevista que son esenciales para el tango, Bares y Barrio .

Elisa le otorgó a los bares de Minas y especialmente al Bar New York, un valor especial, ese lugar donde ella era feliz cantando y donde músicos y cantantes se sintieron cómodos y respetados por el público. 

En su entrevista con el Semanario Arequita, Elisa manifiesta su afecto hacia el Bar New York expresando: “porque era el bar del barrio y porque lo frecuentaban mis hermanos, mi cuñado y el ambiente era muy familiar”.

El cantor Santiago Chalar interpreta con su voz tan personal, un tango llamado Aros de humo, en el que describe al Bar New York, tan querido por la gente del lugar, que hoy ya no existe.

Los bares de Minas se transformaron en los años 60 y 70 en verdaderos centros de cultura popular . 

Elisa también pone el acento en el Barrio. Ese barrio del que formó parte, para el que cantó y donde encontró el apoyo, la calidez y la protección para desarrollar su carrera como cancionista de tangos. Esos bares de barrio, que permitieron preservar en la memoria de los habitantes de Minas, la figura de Elisa Cardama, sus actuaciones y su voz.

Ese canto que la transformó en una “leyenda local” que se proyecta y perdura en el tiempo.


Soy el orgullo del barrio entero,
tengo una efe que es mi ilusión,
pues soy criolla, soy milonguera,
quiero a mi hombre de corazón.”



Tango Arrabalero 1927

Música: Osvaldo Fresedo

Letra: Eduardo Calvo



Agradecimientos: A Martín Borteiro, a Néstor Dipaola que me envió material sobre la Orquesta de Ricardo Arellano, a los testimonios del bandoneonista Enrique Cubas Baz, al músico Jorge Arellano y a Daniel de León, a Álvaro Rodríguez Díaz del Semanario Arequita que me envió material muy valioso para armar esta semblanza junto a  fotos y artículos sobre Elisa y Ricardo, que puso a mi disposición.


Las fotos que ilustran está semblanza pertenecen al Semanario Arequita.


El video del tango Arrabalero pertenece a la página de You tube El Coleccionista


El video del tango Aros de humo pertenece a la página You tube Santiago Chalar: tema













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